¿Por qué conmemoramos en todo el mundo el 25 de Noviembre como el día de la No violencia contra las mujeres?

Las fechas conmemorativas nos traen a la memoria acontecimientos, hitos, hazañas, derrotas y triunfos. Algunos de estos hechos históricos cargados de dolor nos han permitido tomar conciencia de la importancia que tienen aquellas temáticas que nos afectan como sociedad y que al mismo tiempo nos pueden permitir avanzar hacia un mejor bienestar.

Un día 25 de noviembre del año 1960, las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal de nacionalidad dominicana fueron impunemente asesinadas bajo la dictadura de Rafael Trujillo. Ellas fueron férreas activistas políticas contrarias a ese régimen autoritario y defensoras de los valores democráticos de su país.

Este hecho, ocurrido hace 41 años, se asocia a violencia de género por cuanto las hermanas Mirabal ya habiendo sido perseguidas, torturadas y encarceladas junto a sus cónyuges, fueron asesinadas indiscriminadamente por su condición de mujeres mientras sus parejas permanecieron recluidas.

La convocatoria de conmemoración 25/11 se inició en 1981 por el movimiento feminista latinoamericano. Luego la Asamblea General de las Naciones Unidas (Resolución 54/134 del año 1999), definió la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada». Junto con ello, esta misiva de Naciones Unidas insta a que los gobiernos, organizaciones nacionales e internacionales, centros de estudio y universidades convoquen la realización de actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres.

Surge entonces el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, oportunidad que nos convoca a reforzar esfuerzos y sumarnos al anhelo de la agenda 2030 para el desarrollo sustentable, esto es, “eliminación de todo tipo de violencia contras las mujeres”.

Todo esfuerzo en esta materia seguirá siendo insuficiente mientras hechos de violencia contra las mujeres sigan ocurriendo.

María Claudia Ormazabal Abusleme

Directora Programa de Género y Equidad UTEM

UNIVERSIDAD

PREGRADO

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