Las doctoras que iniciaron el área de investigación en Humanidades dentro del PIDi

Autor: Roberto Albornoz|
Lorena Valencia académica del Departamento de Trabajo Social y Pilar Correa, del Departamento de Diseño, van a cumplir un año en el Programa de Investigación, Desarrollo e Innovación (PIDi) de la UTEM, conversamos con ellas y nos cuentan cómo ha sido su paso por este lugar que busca potenciar el desarrollo del conocimiento.

Desde agosto del 2017 las doctoras Lorena Valencia y Pilar Correa, académicas de la Facultad de Humanidades y Tecnologías de la Comunicación Social de la Universidad Tecnológica Metropolitana, pasaron a ser investigadoras asociadas del PIDi, si bien no son las únicas profesionales que comenzaron en los últimos meses a trabajar en el Programa, su incorporación marca un antes y un después, ya que con sus líneas de trabajo en áreas que son parte de las Humanidades, abrieron la investigación consolidando la multidisciplina.

La imagen táctil como instrumento de conocimiento y Antropología, acción social y metodologías cualitativas de la investigación, son las líneas que se encuentran desarrollando las académicas al interior del Programa Institucional de Investigación, Desarrollo e Innovación, para las cuales destinan varias jornadas de trabajo a la semana, que equilibran con asignaturas a su cargo, tesis de pregrado y prácticas profesionales que guían.

¿Cómo ha sido conocer al PIDi por dentro?

Lorena: Nos tocó participar de las presentaciones de los colegas. Fue un súper buen espacio, aprender de las investigaciones que están haciendo en las áreas de las ciencias biológicas y químicas, que son demasiado útiles para los procesos de biosustentabilidad y de la salud para las personas. Una maravilla, yo me saco el sombrero, gente súper joven, hay un ambiente muy buena onda, de harto trabajo también. Está todo muy disponible, es muy agradable trabajar ahí, ir a trabajar allá me permite tener la tranquilidad y concentración necesaria.

¿Qué están investigando (haciendo) actualmente?

Lorena: Este verano en España, por mi pasantía postdoctoral, terminé dos artículos científicos producto de dos proyectos de investigación previos. Uno es sobre Maternidades, producto del trabajo de campo que hice en Inglaterra, y el otro de Metodologías participativas y cartografías sociales, basado en un  proyecto que implementé el 2015 y el 2016, con un fondo interno de la UTEM, que después se transformó en un Observatorio de las Cartografías Sociales de la Universidad. Además de eso, ahora estoy trabajando en un proyecto nuevo que es sobre Maternidades y Paternidades en la Educación Superior, es una investigación de tipo mixta que realizo en conjunto con el sociólogo Raynier Hernández y tres estudiantes tesistas, que están haciendo su trabajo de campo.

Pilar: Para mí ha sido distinto, me ha costado trasladarme de 30 años dedicados a la docencia, a tener el foco de manera especial en la investigación. A pesar que durante estos últimos 20 años he concretado varias investigaciones y también he participado desde su fundación en el Centro de Cartografía Táctil – CECAT por lo que me ha sido muy complejo organizar mi trabajo para separar la participación en el Centro, proyectar la investigación en la academia y retribuir en corto plazo con las publicaciones comprometidas con el PIDi. En estos meses he delineado la forma de ir proyectando esta línea de investigación y especialmente conformar equipos de trabajo. Con el objetivo de contribuir a la inclusión en la educación superior en Chile junto con la Dra. en Psicología Margarita Borquez y dos de sus alumnos de la carrera de psicología de la Universidad de Chile, que están realizando su práctica profesional en el Centro, hemos enviado un proyecto de investigación al concurso convocado por la Comisión Nacional de Acreditación CNA. En esta misma dirección, junto a la psicóloga Carolina Jiménez, estamos concretando el envío del artículo que da a conocer los resultados de la investigación “Adaptación del test de Rorschach a la modalidad táctil. Una necesidad en los contextos de la educación inclusiva superior”. Finalmente, junto al profesor de nuestra Escuela de Diseño Dr. Mauricio Guerrero hemos generado un espacio de trabajo, que comenzó en marzo de este año, con la construcción de un marco conceptual y teórico en torno al estudio y aplicación de los atributos formales de los objetos y sus capacidades comunicativas, con la firme determinación de generar un espacio epistemológico común.

En relación a la forma de promover el intercambio de conocimiento entre la academia y la investigación, coordiné la participación de estudiantes de 5o año a través de sus proyectos de título y/o prácticas profesionales en la línea de Investigación de Diseño Multisensorial, permitiendo generar una línea de trabajo con la Escuela, con proyectos específicos en las temáticas de inclusión, género, migrantes, discapacidades. Junto con estas acciones propuse, además, un proyecto de vinculación con el medio, que son un ciclo de tres charlas al año destinadas a estudiantes de tres niveles de la carrera de Diseño en Comunicación Visual, para sensibilizar en la detección y análisis de buenas prácticas del Diseño para Todos.

Todo esto en el marco de la Ley N°20.422 que fue promulgada en el año 2010 y que establece las normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas en situación de discapacidad; y de la suscripción en el año 2015 de Chile a la Agenda 2030 que conlleva el compromiso de cumplir los Objetivos del Desarrollo Sustentable. De modo especial ser un aporte para consolidar los objetivos estratégicos de nuestra Universidad, y contribuir para que nuestra casa de estudios sea reconocida como una universidad inclusiva.

¿Cuáles han sido las dificultades con las que se han encontrado en estos meses de trabajo?

Pilar: Como parte del trabajo en las ciencias sociales, desde el Diseño, tenemos muchas más restricciones, requerimos siempre del trabajo colaborativo con otras disciplinas, es decir la conjunción de distintos saberes y contar con mayor tiempo para generar las aplicaciones y las evaluaciones. Las metodologías, son distintas a las “ciencias duras”. Las formas de trabajo, las reflexiones, el tiempo para incubar, desarrollar y comprobar los aportes son más extensas, porque todo lo que tiene que ver con el conocimiento humano, también es más subjetivo y requiere más cruce de datos para la interpretación de sus resultados.

Lorena: Claro, no se obtienen resultados de tipo material y observable a simple vista. Lo que hacemos es trabajar en desarrollo humano, desarrollo de las personas y las comunidades, entonces las ciencias sociales y humanas no pueden ser medidas en los mismos términos que las ciencias físicas, biológicas o matemáticas. Los parámetros en ciencias sociales son de tipo cualitativo, tienen que ver más con procesos, con discursos, con ideologías y con imaginarios sociales. No tenemos resultados experimentales. Nuestros resultados se miden en otros términos, en donde los datos más duros no alcanzan a dar cuenta de la complejidad de la realidad social y cultural. Por ejemplo, en diciembre publiqué un artículo en una revista con indexación en WoS pero es emergente (Web of Science ESCI -Emerging Sources Citation Index). Eso pasa con frecuencia en ciencias sociales. Para llegar a eso, llevaba trabajando más de un año, aunque es un artículo teórico, una reflexión, son revisiones teóricas sobre la conceptualización y discusión asociada a los territorios y cómo eso influye en el desarrollo de las comunidades locales, ambos conceptos no son lo mismo e implican una serie de consecuencias a nivel de la vida cotidiana de las personas.

¿Ven alguna manera de sobreponerse a esa diferencia que les genera dificultades a la hora de dar a conocer sus resultados?

Lorena: Siento que mi trabajo podría tener mucha más riqueza si tuviera un equipo de investigadores de ciencias afines, como sociología, psicología social, antropología, economía, etc., con quienes articular proyectos o núcleos de investigación. Actualmente eso lo hacemos a través de trabajo colaborativo con colegas de otras universidades.

Pilar: Yo creo que medir la productividad de un investigador en las ciencias sociales, sólo a través de artículos científicos, hace que estemos respondiendo sólo a las exigencias del mercado. Es necesario primero dar un tiempo para conformar grupos interdisciplinarios que puedan abordar temas de estudios complejos y considerar que los aportes en estas problemáticas sociales requieren también de ir generando cambios concretos en ellas, de modo de poder luego evaluar sus resultados. Como los aportes que hemos realizado por años en el diseño, adaptación y producción de libros para los niños con discapacidad visual que entrega el Ministerio de Educación y este aporte del Centro, en más de una década, permitió tener los soportes e interfaces para desarrollar y dar término a una investigación Fondecyt.

¿Cómo proyectan lo multidisciplinario en el PIDi, consideran que es necesario que el Programa aúne distintas áreas del conocimiento?

Lorena: Tiene que apuntar para allá, porque es la manera en que se trabaja en todas las universidades, tenemos que apuntar a tener núcleos de investigación para ir abordando o saliendo un poco del trabajo por nichos exclusivos de ciertas carreras. La tendencia hoy en día es a investigar a través de núcleos multidisciplinarios e interuniversidades, como por ejemplo el COES (proyecto de varias universidades que estudia el conflicto y la cohesión social en nuestro país). Incorporando a jóvenes doctores que están regresando al país o a jóvenes postodoctorantes que aportan con talento y nuevas energías a los equipos.

Pilar: Uno de los últimos resultados que conocimos recientemente, fue que un proyecto de título del año 2017, que habíamos trabajado en forma previa con el Palacio Cousiño y el CECAT, lo tomaron dos alumnas bajo mi dirección, y ganó. Es decir, el Palacio Cousiño lo presentó y pronto habrá una sala de recursos didácticos e inclusivos. Una sala multisensorial en el Palacio que llevará el sello de nuestra Universidad. Estos logros, esta productividad, tendría que ser también parte de nuestra fortaleza y nuestra forma de mostrar nuestras capacidades, la que no es está tan sólo en temas de lo científico y de las humanidades, sino que se encuentra en una diversidad de propósitos y que la creación o los resultados, también se amplían a productos tangibles.

¿Les ha gustado participar en el PIDi?

Lorena: Ha sido muy valioso para mí, lo valoro bastante y me gustaría dedicarme en ese ambiente a la investigación y a la producción de artículos que permitan difundir el trabajo que hacemos con las comunidades.

Pilar: Para mí también, es decir, te pone un norte, y destaco que de alguna manera hemos ido demostrando que a través de las investigaciones logramos generar una línea de trabajo, como la que hoy ha ido fortaleciendo el CECAT. Estoy muy contenta de estar y de posicionar al diseño en un área de investigación que es parte de una línea de avanzada dentro de la Universidad, es un logro especial que pretendo seguir consolidando en el PIDi.

Por Tania García V.

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