Uno de los temas más delicados que emergieron en las entrevistas para la construcción del diagnóstico de género en la UTEM, tuvo que ver con la percepción de diversas académicas y funcionarias respecto del trato desigual y discriminatorio que viven mujeres que estudian y trabajan en la Universidad, quienes expresaron que, constantemente, emerge la presencia de una cultura patriarcal que a ratos es excluyente y derechamente discriminatoria con las mujeres académicas y funcionarias.

Este trato desigual se expresa, por ejemplo, en relación al embarazo y la maternidad, en el que académicas relatan sentimientos de agresión por parte de sus colegas y superiores, culpa por no cumplir las expectativas laborales, pero también la sensación de que la Universidad es un espacio deshumanizado y descuidado con sus personas.

En el caso de las y los estudiantes, el trato discriminatorio se evidencia en el aula, y da cuenta de lo hostil que es ser mujer en la universidad.

Las/les/los estudiantes son muy conscientes también de otro tipo de discriminaciones que se dan en la universidad, como por ejemplo de clase social, que se expresa fundamentalmente en la relación académicos versus lo no académico.

¿Cómo hacemos para generar condiciones igualitarias entre hombres, mujeres y otras diversidades de género?