El presidente Gabriel Boric suscribió los decretos que dan vida a un nuevo modelo de gobernanza universitaria que permite la participación de estudiantes, funcionarios y académicos en las instituciones de Educación Superior del Estado, como antes de la interrupción de la democracia en 1973. “Con la firma de estos decretos, el conjunto de las universidades estatales chilenas tendrá más democracia y participación”, sostuvo el mandatario.

En una ceremonia en el Palacio de La Moneda se realizó la rúbrica de los nuevos estatutos de las universidades estatales, resultado de un trabajo colaborativo y representativo de los tres estamentos que componen las casas de estudios superiores: estudiantes, funcionarios y académicos, incluyendo a sus directivos, que partió en 2018 y se extendió hasta ahora en un proceso que cuenta con la legitimidad de las comunidades.

El presidente Boric enfatizó que “estamos dando un paso importante en el largo proceso de ir destrabando los nudos y las amarras heredados de la dictadura; por eso, se trata de un paso que nos orgullece y nos acerca al país que queremos construir: un país innovador, productor de conocimiento, donde haya espacio para la crítica, y donde se genere pensamiento crítico, con instituciones de educación superior vinculadas con la sociedad y el futuro de la nación”.

Para la rectora UTEM, Marisol Durán Santis, “con este paso histórico se consolida el proceso para la plena vigencia del contenido y la orientación de la Ley Nº 21.094, sobre Universidades Estatales, en la perspectiva de que las universidades del Estado fortalezcan sus estándares de calidad académica y de gestión institucional, para contribuir al desarrollo integral del país”.

La máxima autoridad de nuestra casa de estudios enfatiza que “no hay duda que los nuevos estatutos serán un aporte a que la forma organizacional e institucional de las universidades del Estado sea más consistente con su finalidad, definida en la citada norma: contribuir al fortalecimiento de la democracia, al desarrollo sustentable e integral del país, así como al progreso de la sociedad en las diversas áreas del conocimiento y dominios de la cultura”.

La rectora estuvo acompañada en La Moneda por una amplia delegación de la UTEM, integrada por vicerrectoras y vicerrector, decanos y decanas, miembros del Honorable Consejo Superior, representantes de la Federación de Estudiantes y otros directivos universitarios.

Asumir las transformaciones de la sociedad

El presidente del Consorcio de Universidades del Estado (CUECH), rector Osvaldo Corrales, señaló que “es un paso muy significativo al cumplirse cincuenta años del golpe de Estado que cercenó la democracia universitaria y el rol público de la educación. Hoy recuperamos, para el país, la visión de una educación pública comprometida con sus territorios, fortalecida en su democracia interna, y con una gobernanza sólida, para proyectar el desarrollo humano de Chile”.

Por su parte, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, afirmó que estos nuevos estatutos son “expresión de una lucha histórica que el sistema de educación superior ha dado para un proceso democratizador, haciéndose cargo de un principio fundamental de la universidad, que es el ser un espacio democrático por excelencia”.

Para el secretario de Estado “lo que vivimos después del Golpe de Estado fue la pérdida de autonomía y de democracia de las instituciones, donde tuvimos rectores designados y estaba prohibida la participación de la comunidad educativa. Por lo tanto, este es un hito histórico que comienza a consolidar un proceso, al que todavía le falta camino de democratización interna”.

La rectora Marisol Durán Santis detalló que “son trece universidades estatales que mantenían estatutos que venían de la dictadura y que ahora fueron modificados. En tanto la UTEM y la Universidad de Los Lagos, si bien no tenían la obligación legal de modificar sus estatutos porque fueron creadas en democracia, denominadas como post 90, sí realizaron adecuaciones que apuntan a incorporan más participación y democracia de los tres estamentos en las instancias colegiadas, además de añadir el mecanismo de participación y corresponsabilidad del Estado en aspectos específicos, que permitirán la sustentabilidad y proyección de la institución”.

“Este esfuerzo de las comunidades de las universidades del Estado en el fondo da cuenta del imperativo de asumir las transformaciones que ha experimentado la sociedad chilena. Sin embargo, es menester consignar que debe continuar la reflexión sobre esta materia, toda vez que nos enfrentamos a una sociedad con un proceso inacabado de cambios culturales, en que la participación ciudadana, los Derechos Humanos, la equidad de género, la diversidad y la sustentabilidad son aspectos claves que no pueden soslayarse a la hora de pensar el futuro”, reflexionó.