Rector invita a seguir dialogando para mejorar nuestro plan de acción frente al COVID 19
Autor: Roberto Albornoz|
Estimada Comunidad Universitaria,
El domingo 15 de marzo recién pasado, comuniqué a ustedes las primeras medidas institucionales que adoptaríamos para hacer frente a la crisis sanitaria provocada por el COVID 19 y para resguardar la salud de todos y todas quienes integramos nuestra Universidad.
Aquel mismo día, consideré además necesario que tomáramos las decisiones pertinentes que nos permitieran enfrentar adecuadamente la nueva coyuntura. Por ello es que di las instrucciones a los Vicerrectores y al Cuerpo Directivo de Casa Central, para que comenzaran a evaluar los escenarios posibles en sus respectivas áreas y a proponer las acciones potencialmente posibles, en virtud de la evolución de la contingencia.
En aquella línea, y en virtud de las resoluciones del Ejecutivo del país en materia educacional y sanitaria; y tomando en consideración los criterios adoptados por las distintas Universidades que forman parte tanto del CUECH como del CRUCH, es que tomamos la decisión, de adoptar la modalidad no presencial, como la vía para llevar a cabo la docencia, a partir del 6 de abril, tal y como estaba programado en nuestro Calendario Académico 2020.
Con aquella determinación en mente, solicité a la Vicerrectoría Académica que estableciera desde el punto de vista pedagógico, la metodología para implementar la mencionada decisión; a la Vicerrectoría de Administración y Finanzas, una evaluación de los costes y de las vías de financiamiento, para permitir la conectividad de profesores y estudiantes; a la DGAI, de la que depende el SISEI, solicité el diagnóstico de la situación de conectividad estudiantil, el estudio técnico para habilitar la plataforma adecuada y la capacitación de los y las docentes en el uso de la misma; y a la Dirección de Desarrollo Estudiantil, pedí que realizara una evaluación de los casos críticos de estudiantes que eventualmente necesitasen apoyo para su conexión remota.
Me reuní también con los Decanos y con Directores y Directoras de Escuela, para recoger sus puntos de vista y considerarlos en la puesta en marcha de este plan. Le pedí en tanto, a Directivos superiores de nuestra Universidad, que llevaran a cabo los encuentros que fuesen necesarios, con representantes estudiantiles, para explicarles la decisión adoptada y responder a sus dudas y aprensiones.
El esfuerzo desplegado como ven, ha sido enorme de parte de toda nuestra Comunidad Universitaria. Regidos por nuestro compromiso con la calidad, hemos establecido un camino que nos permita darle continuidad a la formación profesional, con un alto estándar dentro de las condiciones posibles. E inspirados por los principios de justicia y equidad, hemos financiado conexiones a internet a nuestros estudiantes que lo requerían y efectuado préstamos de computadores. Porque por cierto, el objetivo es sumar e incluir.
Por todo lo anterior, es que me parece temerario e inoportuno, el rechazo de un sector del estudiantado y su llamado a realizar una “paralización virtual”. Temerario, porque negarse a esta alternativa, abre el camino a la “presencialidad”, a la que nos hemos negado hasta ahora, porque pondría en riesgo a toda nuestra Comunidad universitaria y a sus respectivas familias. Inoportuno, porque estamos en tiempos de crisis, no sólo sanitaria, sino también social y económica, y para sobrellevarla, requerimos de la voluntad y de la flexibilidad necesaria como organización, para adaptarnos y poder seguir adelante con nuestros deberes y responsabilidades individuales y colectivos.
En definitiva, mi invitación a toda nuestra Comunidad, es a seguir dialogando constructivamente entre todos los actores de nuestra Universidad, en aras de mejorar nuestra acción y nuestras decisiones, sin que ello implique dejar de avanzar.
Superar esta coyuntura tan dolorosa, incierta e inédita requiere tanto de Unidad, como de Rigurosidad. Los profesionales UTEM en los que se convertirán nuestros actuales estudiantes, llevarán marcado a fuego esta experiencia y la manera en que la enfrentamos: reflexiva y críticamente, pero también con altura de miras y de modo constructivo y propositivo.
Atentamente,
Luis Pinto Faverio
Rector