Con el objetivo de seguir siendo un aporte a la sociedad a través del desarrollo de proyectos que buscan la generación de tecnologías para mejorar la sustentabilidad del desarrollo económico de Chile, el Dr. Danilo Pérez del Programa Institucional de Fomento a la Investigación, Desarrollo e Innovación (PIDi), se adjudicó junto a investigadores de la Universidad Federico Santa María, un proyecto al “Concurso Anillos de Investigación en Ciencia y Tecnología y Anillos de Investigación en Ciencia Antártica 2017”.

El proyecto presentado se titula “Genomics and Applied Microbiology for Biodegradation and Bioproducts (GAMBIO)” y consiste en el análisis del genoma de bacterias, en búsqueda de herramientas  biotecnológicas para el mejoramiento de la calidad de alimentos y bebidas, la detección de compuestos potencialmente dañinos para la salud y la optimización de procesos de descontaminación ambiental entre otras aplicaciones para diferentes industrias.

El investigador del PIDi comenta que “la disciplina fundamental que se desarrollará es la genómica microbiana, es decir, obtener y analizar los genomas de microorganismos, en particular de bacterias, para desarrollar procesos y productos biotecnológicos”.

Pérez señala que los microbios “tienen una diversidad genética muy grande, por lo que se pueden encontrar enzimas que sirven para muchas cosas, como ayudar al crecimiento de las plantas, descontaminar ambientes o detectar compuestos tóxicos entre otros, pero para entender cómo funcionan tenemos que secuenciar su genoma y de ese modo identificar los genes responsables  de las funciones que nosotros queremos explotar”.

En el caso específico del Dr. Danilo Pérez, tendrá a su cargo el estudio de tres líneas de investigación:

• • 1. Establecer procesos de biodegradación para compuestos volátiles presentes en emisiones contaminantes de las plantas de producción de carne porcina.

“Este tipo de industria produce aromas desagradables, entonces nos vamos a enfocar en identificar rutas metabólicas para la biodegradación de esos compuestos volátiles que dan tan mal olor”, explica Pérez.

• • 2. Desarrollar biosensores para identificar la presencia de compuestos que son potencialmente dañinos para la salud, como lo son los furanos, que se producen durante el procesamiento de algunos alimentos.

El investigador dice que este es “un compuesto dañino porque es potencialmente carcinogénico, por eso queremos diseñar un biosensor, que es una proteína con la capacidad de reconocer la presencia de este y entonces emitir una señal cuantificable como luz o fluorescencia; eso nos permitiría evaluar en forma rápida si ese compuesto está presente en una muestra de alimentos, algo que a los expertos en seguridad alimentaria les interesa mucho. Esperamos que el biosensor pueda incorporarse en protocolos para detección de furanos en organismos que controlan alimentos”.

• • 3. Identificación en genomas de bacterias de enzimas biodegradativas que podrían ser útiles para la remoción de compuestos fenólicos volátiles que afectan la calidad de vinos.

“En los procesos de crianza del vino, frecuentemente se produce la contaminación de este por compuestos fenólicos indeseados, que otorgan características organolépticas deficientes, disminuyendo su calidad, por lo que la idea es tratar de eliminarlos utilizando enzimas para recuperar su calidad óptima”, señala el Dr. del PIDi.

El investigador explicó que en este proyecto el PIDi cumple un rol fundamental, pues buena parte de las investigaciones se desarrollaran en los laboratorios que se encuentran en proceso de habilitación en el Edificio de Ciencia y Tecnología de San Joaquín.

El equipo del investigador de la UTEM está conformado por quienes colaboran con él en su actual Proyecto FONDECYT y espera incorporar a dos personas más, además de tesistas de pregrado de la carrera de Biotecnología que quieran desarrollar sus tesis en estos temas y agregó “esperamos que se interesen por trabajar con nosotros, haremos un llamado oficial en marzo cuando ya tengamos el laboratorio bien establecido”.

Para Pérez es importante destacar que “este proyecto involucra tanto a investigadores consolidados como emergentes, porque de los tres titulares somos dos los científicos jóvenes que estamos iniciando nuestros grupos de investigación, lo cual hace más meritorio haber conseguido un fondo como este”.

El Dr. Pérez indicó que espera que el resultado de este proyecto se traduzca en “herramientas útiles para cumplir normas ambientales o sanitarias que se establezcan en el futuro para industrias del área de la alimentación o agroindustria y que puedan hacer más competitivas y sustentables a las empresas de este sector de la economía del país”.

Por Carolina Vásquez Cárcamo